S.MARCOS 6

AMADOS HERMANOS HOY VEREMOS EL CAPITULO 6 DE S MARCOS

Un elemento de vital interés en Marcos es que sus lectores identifiquen a Jesús como el Hijo de Dios

En este capitulo Marcos nos muestra que existen obstáculos ante los ojos de la comunidad de Nazaret, la naturaleza de Jesús gira alrededor del hecho de que ha sido concebido y criado como uno más entre ellos. 

Una larga lista de vientos contrarios culmina con las palabras de un Jesús profundamente cargado de decepción y de rechazo. Las palabras de Jesús aluden a su propia familia, se extienden a todo lo largo y ancho de Nazaret sin dejar fuera, como un agravio extra, a sus discípulos. Ellos/as han visto lo que ha hecho de manera milagrosa, pero a pesar de ello no lo aceptan por quien él es. 

Veremos a Jesús de regreso a Nazaret. El Envió a los 12 discípulos a predicar con instrucciones precisas, La muerte de Juan el Bautista, después alimentó a 5.000 personas, caminó sobre las aguas del mar, y sanó enfermos en la región de Genesaret. El capítulo finaliza con las actividades de Jesús alrededor del Mar de Galilea, en lugares de la ribera occidental. Jesús era tremendamente popular en aquellos días, que constituyeron el punto culminante de su ministerio.

Vamos a iniciar con el titulo Jesús en Nazaret
Capitulo 6 versículo del 1 al 6 
Bien LEAMOS DEL 1 AL 3


Salió Jesús de allí y vino a su tierra, y le seguían sus discípulos. Y llegado el día de reposo,[a] comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, se admiraban, y decían: ¿De dónde tiene este estas cosas? ¿Y qué sabiduría es esta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos? ¿No es este el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él.

Este incidente ha sido comparado con el capítulo 4 de Lucas, 

Leer Lucas 4

Vi en varias fuentes donde los críticos afirman que este capitulo revelaba una contradicción en la Biblia. 

Afirman que los 2 relatos se contradicen entre sí. Pero la verdad es que disponemos del relato de 2 visitas que nuestro Señor hizo a Nazareth, ciudad en la que se crió. 

Estas 2 quedaron registradas. 

Lucas 4 relata la primera visita, que realizó El solo. No hizo ningún milagro y se retiró repentinamente cuando trataron de matarle. En la segunda visita, que está registrada aquí en Marcos 6, encontramos que sus discípulos estaban con El, que sanó a algunos enfermos y que permaneció en esa zona. 

Estos datos están basados tanto en la información aportada por Mateo 13:53-58 como por este capítulo 6 de Marcos. En ambas ocasiones entró en la sinagoga y enseñó, y también en ambas fue rechazado por los propios vecinos de su ciudad.

Aquí existen 2 relatos de 2 diferentes visitas a su ciudad. La primera vez que salió de ella, descendió a Capernaum, estableciendo allí su centro de actividades. Pero regresó otra vez a Nazareth porque quería alcanzar con su mensaje a sus vecinos. 

El Señor visitaba la sinagoga en el día del reposo, para hacer llegar su mensaje a la gente de ese tiempo. Su enseñanza asombró a aquellos que le habían conocido. Sus palabras, Sus obras, Sus prodigiosos milagros, todo ello, produjo consternación a sus conciudadanos, lo cual suscitó sus preguntas. Ellos realmente no creyeron que de Nazareth pudiese surgir alguien como Jesús. Por supuesto, ellos se estaban contemplando a sí mismos, juzgando a Nazareth desde su propio punto de vista. Pensaban que ese pueblo no había tenido una trayectoria demasiado buena y, en consecuencia, estimaron que no podría salir de allí alguien como el Señor Jesús. No tenían fe en uno de los suyos como Jesús, así como no tenían fe en sí mismos.


¿Y qué sabiduría es esta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos? 


Un punto creo importante resaltar son los milagros malinterpretados, que en lugar de arrojar luz acerca de la identidad de Jesús, se distorsionan y se vuelven letales para la fe de los vecinos y familiares. 

Eso pasa a menudo en nuestra vida, se mide la fe por cuantos milagros Dios hace en nuestras vidas

Marcos menciona los eventos milagrosos que realiza Jesús porque son señales que apuntan en la dirección de Dios y no por los milagros en sí mismos. 
En este sentido, el milagro no debe ser tomado como “la evidencia última” de la divinidad de Jesús (ni tampoco la ausencia de milagros debe ser interpretado como señal de ausencia divina), en ciertas ocasiones los milagros acontecían y en otras no, pero siempre en sintonía con la fe en el Hijo de Dios. Sea cual sea la razón por la cual Jesús no puede efectuar milagros en esta ciudad, lo que sin duda se nos ratifica de manera diáfana es lo difícil que resulta hacer la obra del Señor. Y si él fue rechazado, aún por las personas más allegadas, sus seguidores deberán esperar situaciones similares cuando sean comisionados a predicar en su nombre, eso lo veremos mas adelante si bien ambas historias: la visita de Jesús a su pueblo natal y la comisión de los doce son dos historias separadas. La primera tiene que ver con creer o no creer. La segunda tiene que ver con la llamada de los discípulos para proclamar el Evangelio. Ambas historias tratan el tema de la aceptación o el rechazo de Cristo o sus representantes.

  El escepticismo acerca de quién es Jesús será una sombra que no se apartará ni siquiera con las evidencias más contundentes que persona alguna pueda brindar. Esto nos acerca a una afirmación teológica de gran fuerza: la fe no es en última instancia una decisión que se toma basándose única y exclusivamente en una serie de pruebas terrenales o de milagros celestiales. La fe es finalmente fiducia, una confianza que es producto de la gracia divina. 


Y se escandalizaban de él.

  • “El los ofendió”. Una traducción más literal es “El los escandalizó”. La palabra original en griego es “scandalum” que significa “bloque que nos hace tropezar”. Lo que para una persona puede ser un bloque que hace tropezar, para otra persona puede ser un bloque para subir”

Continuemos leyendo los versículos 4 al 6:

Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa. Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando.

  • ¿Qué tipo de recepción espera a Jesús, cuando vuelve a su ciudad de origen? En vez de mezclarse con los extraños o con los discípulos recientemente encontrados, Él ahora estará rodeado de personas que lo han conocido toda su vida, que lo vieron crecer desde la niñez a la adultez y que lo consideran uno de ellos. ¿Espera ser festejado como una persona exitosa, que ha traído honor a su lugar de origen? ¿O puede prever que será deshonrado, tratado como un advenedizo que se ha elevado por encima de su posición? 
  • Si lo llevamos a nosotros, te pregunto ¿Cómo has tratado tu, en algún momento a alguna persona que pudo surgir siendo de tu tierra?
  • Los ciudadanos de Nazaret reconocen la sabiduría de las enseñanzas de Jesús, y aceptan que ha realizado hechos de poder; y sin embargo lo rechazan. ¿Por qué? ¿Has visto alguna vez esta dinámica de negatividad y de cinismo operando en nuestras  comunidades? ¿En la vida de la Iglesia, en la política? ¿Te has visto, tú mismo, atrapado en situaciones similares?

San Marcos también nos dice nos dice que Jesús “no pudo mostrar actos de poder aquí”. Cuesta pensar que hay situaciones en que podemos “amarrar las manos de Dios”

Solo un comentario: La famosa pintura de Holman Hunt en la catedral de San Pablo en Londres, muestra a Jesús Pastor golpeando una puerta sin pestillo. El pintor explicó que la puerta de nuestro corazón solo se puede abrir desde adentro. Con Dios no hay entrada forzada. La decisión de admitirlo en nuestros corazones es nuestra.
Esta pintura hace referenc

Misión de los doce discípulos

(Mt. 10.5-15Lc. 9.1-6)

Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos. Y les mandó que no llevasen nada para el camino, sino solamente bordón; ni alforja, ni pan, ni dinero en el cinto, sino que calzasen sandalias, y no vistiesen dos túnicas. 10 Y les dijo: Dondequiera que entréis en una casa, posad en ella hasta que salgáis de aquel lugar. 11 Y si en algún lugar no os recibieren ni os oyeren, salid de allí, y sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, para testimonio a ellos. De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para los de Sodoma y Gomorra, que para aquella ciudad. 12 Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen. 13 Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban.


La clase pasada pudimos ver que Jesús recorría las ciudades enseñando, llevando la palabra y este fue rechazado por la gente en Nazaret, él no podría detener la misión del Hijo de Dios mientras hubiera un mundo necesitado de escuchar el Evangelio. Fue después de esto cuando Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; Para preparar a sus discípulos para la dura empresa del Reino, Jesús les ofrece una serie de directrices, todas con un significado especial. Aunque nos resulten un tanto limitantes las peticiones de llevar “maletas livianas” para el camino, en el fondo sirven de salvaguardia para lo más esencial: el mensaje del evangelio. 
De acuerdo con Marcos, cualquier asunto o cosa que sirva de obstáculo para completar la misión tiene que ser echada a un lado. Con este señalamiento se hace una gran observación en torno a las tentaciones del camino de cualquier discípulo/a de Jesús que quiera llenar sus maletas con elementos que al final serán en detrimento de las personas y sobre todo, de la misión a la que ha sido enviado/a. 
Otro punto importante que señalar es referente al tipo de entrenamiento que los discípulos tenían que tener para el día cuando el Señor, una vez finalizada la Obra de la Cruz, regresara al cielo y ya no estuviera presente en medio de ellos, y nos dejara al espíritu santo.

Las instrucciones que el Señor dio aquí a los doce se encuentran ampliadas en el evangelio de Mateo (Mt 10:5-42) LEER.

"Llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos"

Como siempre, el llamamiento al servicio procede del Señor mismo.
Sobre la forma en que los envió, "de dos en dos", tenemos mucho que aprender, tal como enseñaba el sabio de Eclesiastés:

(Ec 4:9-12) "Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! Que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto" o se rompe pronto"
Podríamos enumerar algunas de las ventajas de esta medida:
Permitiría la comunión fraternal entre ellos.
Serviría de mutuo socorro ante las adversidades.
Podrían aconsejarse mutuamente ante las dificultades.
Recibirían ayuda y aliento el uno del otro.
Según la ley, serían testigos válidos al ser al menos dos.
Este principio que el Señor estableció aquí fue observado también en la primera extensión del Evangelio que nos relata el libro de Hechos. Pedro y Juan, Pablo y Bernabé, Pablo y Silas, Bernabé y Marcos, son algunos ejemplos notables de este principio.
Seguramente, esta sea una de las asignaturas pendientes del cristianismo contemporáneo: aprender a trabajar conjuntamente con otros hermanos en la obra de Cristo.

"Les dio autoridad"

En la Biblia, el concepto de autoridad siempre proviene de Dios. 
Los hombres tienen autoridad porque Dios se la da. 
Los padres tienen autoridad sobre los hijos porque Dios se la ha dado (Dt 5:16)
igual que los gobernantes de este mundo sobre sus súbditos (Ro 13:1)
o los pastores en la iglesia (He 13:17), o los jefes sobre sus empleados (Ef 6:5)
o los maridos sobre sus mujeres (Ef 5:22)
Esto quiere decir, por ejemplo, que si un hijo desobedece 
a su padre, también está desobedeciendo a Dios.
Como hemos dicho, la fuente de la que surge toda autoridad es Dios, 
o lo que es lo mismo, el Señor Jesucristo. 
Él afirmó: (Mt 28:18) "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra". 
El quiso dejar claro que todo cuanto existe, "en el cielo y en la tierra", 
está incluido bajo el ámbito de su autoridad.
Y si observamos con atención lo que ya hemos estudiado del Evangelio de Marcos, 
veremos que muchos de los relatos han tenido como finalidad enfatizar 
esta autoridad.
(Mr 1:22) Tenía autoridad en la enseñanza de la Palabra.
(Mr 1:27) Sobre los espíritus inmundos.
(Mr 2:10-12) Para perdonar pecados.
(Mr 4:39-41) Sobre las fuerzas de la naturaleza.
(Mr 5:39-42) Sobre la muerte.
Era fundamental que antes que los doce fueran enviados a predicar, 
estuvieran plenamente conscientes de que quien les enviaba tenía toda la autoridad.
En realidad, cuando Jesús estaba enviando a los doce a predicar el 
Evangelio del Reino, 
lo que estaba haciendo era enviarlos a reclamar su autoridad sobre este mundo.
Él es el único que tiene el derecho legítimo de exigir lealtad a todas las personas
que existen en este mundo.
Y notemos que la forma de hacerlo, no era hablando a cada persona 
desde el cielo, sino enviando a sus discípulos en su nombre y con su autoridad.
(Mt 10:40) "El que a vosotros recibe, a mí me recibe; 
y el que me recibe a mí, recibe al que me envió."
En esto consiste la verdadera evangelización, en hacer un llamado a las 
personas de toda índole para que reconozcan la autoridad de Jesús en sus vidas. 
Por esta causa, los discípulos de Jesús deben estar preparados para el rechazo. El mismo Señor anunció que esto ocurriría:
(Jn 15:18) "Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes
 que a vosotros."
(Mr 6:11) "Y si en algún lugar no os recibieren ni os oyeren..."
El rechazo no debe sorprendernos, especialmente en tiempos de 
relativismo como los nuestros, cuando las personas no aprecian la verdad 
objetiva e inalterable. En este contesto, predicar que a Cristo le 
corresponde toda la autoridad, será visto por el mundo como una actitud 
arrogante que no tiene en consideración las otras creencias 
o a otros líderes religiosos del pasado o del presente. 
Por esto es prioritario que cualquiera que vaya a predicar el Evangelio 
de Cristo, esté plenamente seguro de su autoridad.

"No llevéis nada para el camino"

Los discípulos de Jesús no debían llevar provisiones para el camino, 
sino confiar en Dios para todo. Es lo que llamamos, "vivir por fe".
Esta sencillez contrasta con el lujo y lo costoso de los viajes de 
muchos líderes religiosos modernos que pretenden ir en el nombre de Cristo. 
Ejemplo de algunos pastores
Los discípulos del Señor sólo debían llevar su báculo y la ropa puesta. 
No debían llevar nada más para el viaje. 
Esto podría parecer una locura, pero les serviría para comprobar 
la ayuda constante de Dios. Ellos deberían mirar hacia arriba esperando 
en Dios para el suministro de las cosas necesarias, 
y evitar la tentación de mirar a los hombres o de fijarse en las circunstancias.

Por supuesto, cuando regresaron de esta misión, y de otras a 
las que el Señor les envió, ninguno se lamentó porque les hubiera faltado algo,
más bien volvían llenos de gozo y de admiración por la ayuda del Señor.
En este punto no podemos dejar de preguntarnos hasta qué punto
nosotros conservamos este espíritu. Hemos conocido a hermanos 
con interés de salir a la obra del Señor y que han acudido a una misión 
en busca de apoyo y que no han tomado la decisión de ponerse 
en marcha en tanto que no han conseguido garantizar ciertos ingresos.
 ¿Dónde queda la fe y la confianza en el Señor de la mies? 
Por supuesto, no somos quiénes para juzgar, pero tal vez habría que 
reflexionar sobre este particular y volver a la enseñanza del Señor Jesús.
En una ocasión un veterano hermano decía: He conocido misioneros 
que siempre están trabajando buscando fondos, y estos siempre se 
están quejando de que nunca tienen lo suficiente. 
Conozco a otros muchos que siempre están trabajando para el Señor 
sin preocuparse por el dinero, y éstos siempre tienen lo necesario.

"Dondequiera que entréis en una casa, posad en ella"

La generosa hospitalidad del Oriente de aquellos días había de suplir 
casa y pan. Lamentamos que esta visión se ha perdido en 
algunos países, donde es frecuente encontrar que cuando 
un hermano es invitado por la iglesia a predicar, 
se le hospeda en un buen hotel de la ciudad. Sin duda, muchas veces 
se adoptan estas decisiones pensando en la comodidad del misionero, 
pero en otras, es porque las familias han perdido la práctica de 
la hospitalidad, y con ello una gran bendición del Señor (He 13:2).
 No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángele


Ellos debían estar en la misma casa hasta que salieran de la ciudad. 
Tendrían que evitar, por lo tanto, cambiar de una casa a otra, 
tal vez buscando mejores alojamientos. Esto daría lugar a rivalidades 
y chismorreos que debían ser evitados (1 P 4:9)
El siervo del Señor debe caracterizarse por la sencillez y no debe buscar este tipo de cosas.

"Si en algún lugar no os recibieren ni os oyeren, salid de allí"

Su misión se debía llevar a cabo desde el respeto a la libertad humana, el libre
albedrio el Evangelio sólo puede ser ofrecido, nunca impuesto. 
En el caso en que las personas no quisieran recibir ni oírnos hermanos 
éstos debían salir de allí.
No es fácil saber en qué momento debemos abandonar los esfuerzos
misioneros en un lugar concreto por la falta de respuesta positiva al Evangelio.
El misionero siempre tendrá el deseo en su corazón de perseverar en su 
empeño de predicar el evangelio mientras ora por las personas, pero al mismo
 tiempo, debe estar atento a la dirección del Señor que le puede llevar a otro
 lugar como consecuencia de un reiterado rechazo. 
Sin duda, estas decisiones
 nunca son fáciles de tomar, y como siempre, el Señor tiene la última palabra.
En cualquier caso, el rechazo nunca debe paralizar al misionero. 
Si éste ocurriera, deberían sacudir 
"el polvo que estaba debajo de sus pies para testimonio a ellos" 
y continuar rumbo a otra ciudad.
"Sacudir el polvo de las sandalias" era una forma gráfica de manifestar 
su repulsa. Según la ley rabínica, cuando un judío entraba en Israel 

viniendo de un país gentil, debería sacudirse todas las partículas de polvo

 de la tierra inmunda. Así que venía a simbolizar que aquella ciudad 
que rechazara el anuncio del evangelio sería considerada como un lugar pagano.

"En el día del juicio, será más tolerable el castigo para los de 

Sodoma y Gomorra"

A los discípulos no se les mandó ejecutar ningún juicio sobre aquellos 
que rechazaran el Evangelio. ¡Cuántas guerras se habrían evitado en este mundo si algunas religiones, muy mal llamadas cristianas, hubieran atendido a este principio! ¡Con cuánta facilidad el espíritu religioso pagano, siente el deseo de utilizar la fuerza contra aquellos que no comparten sus creencias!
El verdadero cristiano sabe que él no es llamado a ejecutar ningún tipo 
de juicio, aunque es plenamente consciente de que hay un día de juicio 
para aquellos que rechazan el evangelio. 
Esta es una de las razones por las que siente el deseo de trabajar 
más arduamente en la predicación del evangelio, 
orando incesantemente por las almas que están en el 
camino de la perdición eterna.
La declaración del Señor no sólo anuncia que habrá un juicio, 
sino también el criterio con el que se llevará a cabo: a mayor revelación, mayor responsabilidad. Aquellos que escucharan el evangelio predicado por el Señor y sus discípulos tendrían una luz mucha más clara que la que tuvieron los habitantes de Sodoma y Gomorra, por lo tanto, la dureza del juicio también sería mayor... ¡Y el juicio sobre estas dos ciudades no fue liviano!

"Saliendo, predicaban que los hombres se arrepintieran"

La primera parte de su misión estuvo dedicada a la predicación: "predicaban que los hombres se arrepintieran". Notemos que su misión fue una extensión de la del mismo Señor: (Mr 1:14-15) "Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio".
Ellos no inventaron el mensaje, no predicaron lo que a ellos les parecía, sus propias opiniones, sino lo que Jesús les había encargado.
El tema principal de su mensaje tenía que ver con el "arrepentimiento".
1. ¿Qué es el arrepentimiento?
Es un cambio interno de la mente y el corazón que va seguido por un cambio de vida que produce frutos en una nueva conducta. No es algo sensiblero, sino algo revolucionario. Es mucho más que sentir pena o pesar por algún pecado cometido. El arrepentimiento implica darse cuenta de que el camino que se ha estado siguiendo era equivocado. Es algo radical que supone un cambio total de la vida de arriba abajo.
Si alguien quiere hacerse cristiano tendrá que hacer un montón con todos sus pensamientos, costumbres y carácter, toda su vida hasta aquel momento, prenderle fuego y dejar que se reduzca a ceniza, y entonces llenarse de una vida totalmente diferente y un alma totalmente nueva.
El arrepentimiento es mucho más que dejar algún vicio y sustituirlo por alguna obra religiosa. Pensemos en una ilustración: imaginemos que un hombre va al médico y éste le diagnostica que tiene los pulmones y el corazón deshechos por causa del tabaco. El enfermo entonces se arrepiente de haber fumado por tanto tiempo, y toma la decisión de dejarlo. ¿Solucionará esto el problema? El médico le tiene que decir que la situación es demasiado grave y que sólo un transplante de pulmones y corazón podría solucionar el problema. Y aquí es donde está la clave del asunto: dejar un pecado concreto y sustituirlo por unos hábitos más saludables no soluciona el problema, es necesario un nuevo corazón. Pero muchas personas no están dispuestas a "arrepentirse" a este nivel más profundo porque no quieren aceptar el diagnóstico que Dios hace de ellas, no creen que su situación sea tan grave. Pueden llegar a estar de acuerdo con Dios en que algunas cosas realmente están mal en sus vidas y hay que cambiarlas, pero no están dispuestas a aceptar que su condición de pecadores sea tan grave. Quienes piensan así, rechazan el concepto de arrepentimiento tal como Dios lo expone en su Palabra. Ahora bien, imaginemos que el enfermo decide someterse al transplante de corazón y pulmones. ¿Qué le aconsejará el médico después de la operación? Pues que es un buen momento para dejar de fumar, porque ya ha tenido ocasión de comprobar lo perjudicial que esto resulta para su salud. Y de igual manera, una vez que nos arrepentimos al nivel profundo que Dios exige, luego también tenemos que hacerlo a este otro nivel, dejando aquellos pecados concretos que tanto daño nos hacen y que suponen un obstáculo para una buena comunión con Dios.
El verdadero arrepentimiento significa abandonar la forma en que nos vemos a nosotros mismos y aceptar el veredicto de Dios.
2. ¿Por qué era tan importante predicar el arrepentimiento?
Básicamente, porque no hay otro camino para entrar en el Reino de Dios que el del arrepentimiento. El pecado deshorna a Dios (Lc 15:21), y nos pone en deuda con él (Lc 11:4), y la única manera para poder disfrutar de su perdón y restablecer el honor divino que nosotros difamamos mediante nuestra conducta o actitud denigrante hacia él, es el arrepentimiento.
3. El llamado al arrepentimiento es urgente
Dios es misericordioso y ofrece perdonar al pecador que se arrepiente, pero también advierte que llegará el día en que aquellas personas que hayan rechazado su ofrecimiento perecerán en el juicio de Dios (Mr 6:11). Y este día del juicio está llegando. Jesús comenzó su predicación del arrepentimiento diciendo que "el tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado" (Mr 1:15).

"Y echaban fuera muchos demonios y sanaban muchos enfermos"

Esto venía a ser una demostración de la realidad y la naturaleza del Reino de Dios que anunciaban. Se trataba de lo que el escritor de Hebreos (He 6:5) describiría como "los poderes de la era venidera" que irrumpían en el mundo para sanar y para salvar.
Al mismo tiempo, acreditaban a los discípulos de Jesús como sus mensajeros. Predicaban lo mismo que Jesús y hacían las mismas obras que él.
También ungían a los enfermos con aceite. Posiblemente Marcos alude a la práctica que realizaban los presbíteros de la iglesia a la que se dirige Santiago.
(Stg 5:14) "¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor."

La misión dura mientras dure este mundo

No debemos pensar que la misión era sólo para aquellos pocos discípulos y por un corto espacio de tiempo. La misión dura todavía y todos los discípulos de Jesús somos llamados a participar en ella.
(Mt 28:19-20) "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén."

Preguntas

1. ¿Por qué cree que el Señor los envió de dos en dos? Explique su respuesta.
2. Desarrolle el concepto de "autoridad" a la luz de la Palabra.
3. ¿Qué quiso decir el Señor cuando mandó a sus discípulos que no llevaran nada para el camino? ¿Cree que este principio se respeta en el cristianismo contemporáneo? Razone su respuesta.
4. ¿Qué aprendemos sobre el juicio divino en este pasaje?
5. Explique qué es el arrepentimiento y razone sobre su importancia.

Comentarios

Chile
  Karla  (Chile)  (26/08/2020)
Paz y amor os sean multiplicados, saludos desde arauco.bio-bio
Costa Rica
  Ricardo Ureña  (Costa Rica)  (08/06/2020)
Lectura de gran bendición, muy ilustrativa y fácil de entender, verdadero significado de lo que es el arrepentimiento y evangelizar.
México
  Adela Moreno  (México)  (06/02/2020)
Excelente explicación tan clara, sencilla pero sobre todo apegada y comparada con la vida actual, con ejemplos muy acertados...Gracias por su tiempo en explicar la palabra que aun para muchos no es entendible..
Argentina
  Leonel Gomez  (Argentina)  (28/09/2018)
Estamos leyendo el estudio con mi esposa y se ve muy interesante y de gran bendicion saludos desde ARGENTINA !
Colombia
  Adriana Tellez  (Colombia)  (07/06/2018)
Muchísimas gracias por este estudio acerca de la evangelización. Me enseño mucho y me hizo caer en cuenta lo lejos que están algunos predicadores de hoy en día a predicar como Jesús manda. También me llamo mucho la atención el saber que ya casi nadie recibe a los misioneros en sus casas y por eso se les debe pagar hotel. Que tristeza perdernos las bendiciones de hospedarlos en nuestra casa. Si algún misionero viene a Bogotá, Colombia, mi casa esta con las puertas abiertas.
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Muerte de Juan el Bautista

(Mt. 14.1-12Lc. 9.7-9)

14 Oyó el rey Herodes la fama de Jesús, porque su nombre se había hecho notorio; y dijo: Juan el Bautista ha resucitado de los muertos, y por eso actúan en él estos poderes. 15 Otros decían: Es Elías. Y otros decían: Es un profeta, o alguno de los profetas. 16 Al oír esto Herodes, dijo: Este es Juan, el que yo decapité, que ha resucitado de los muertos. 17 Porque el mismo Herodes había enviado y prendido a Juan, y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; pues la había tomado por mujer. 18 Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano. 19 Pero Herodías le acechaba, y deseaba matarle, y no podía; 20 porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era varón justo y santo, y le guardaba a salvo; y oyéndole, se quedaba muy perplejo, pero le escuchaba de buena gana. 21 Pero venido un día oportuno, en que Herodes, en la fiesta de su cumpleaños, daba una cena a sus príncipes y tribunos y a los principales de Galilea, 22 entrando la hija de Herodías, danzó, y agradó a Herodes y a los que estaban con él a la mesa; y el rey dijo a la muchacha: Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré. 23 Y le juró: Todo lo que me pidas te daré, hasta la mitad de mi reino. 24 Saliendo ella, dijo a su madre: ¿Qué pediré? Y ella le dijo: La cabeza de Juan el Bautista. 25 Entonces ella entró prontamente al rey, y pidió diciendo: Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan el Bautista. 26 Y el rey se entristeció mucho; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso desecharla. 27 Y en seguida el rey, enviando a uno de la guardia, mandó que fuese traída la cabeza de Juan. 28 El guarda fue, le decapitó en la cárcel, y trajo su cabeza en un plato y la dio a la muchacha, y la muchacha la dio a su madre. 29 Cuando oyeron esto sus discípulos, vinieron y tomaron su cuerpo, y lo pusieron en un sepulcro.ia a Apocalipsis 3 20
20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.









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